desisto de mi proceder esa manera de conquistar todo cuanto me propongo
y el sentido de ver lo que me anima
es por sí mismo
un halago y enigma
nada, cuando pensándolo bien
he dejado mi mejor canción (sílava) que denota el paso de los años,
cuando todo parece fallecer, y se agota en un tiempo preciso. no diré nada,
sobre todo se nota tu cansancio, separado ya de la dicha, ajeno a todo tipo de virtud, esa presencia que se repite, incansable, que se dice, ajustándose a tu propia medida, recíproco rencor, entes de miedo, las intangibles cualidades que se mudan dejando sólo perplejidad a su paso, tú, y otros, los que llegaron a visitar este pequeño mundo marginado, violento, capaz de corromper a cualquiera que se ponga enfrente, y que, lo mismo, carezca también de cualidades, porque nada resulta más perjudicial ni más ambiguo que destruir por nada, que lloarar por nada, que ambicionar como si se tratase de la única alternativa de la vida, hoy, sin embargo, aunque no pueda dormir, puedo presumir de austeridad,
tanto en las costumbres, como en las ideas...
tú, en cambio, al margen de todo esto, llegas a mí, presumiendo tu nuevo puesto en el gobierno de la república, la que nos gobierna a todos, buenos y malos, aquella que nos ha dado la máxima oportunidad para sacar lo mejor de cada uno, de eso somos testigos, los que conocemos y hemos conocido los antecedentes de aquella lucha, iniciada por otros, hace ya, tanto tiempo...
sin duda nosotros responderemos mejor, y dejaremos que lo hecho, sirva de ejmplo para las generaciones futuras, sin que sea necesario comprobar nada, o hacer demostraciones sobre nuestro poder de seducción, en ese orden, ustedes pueden estar tranquilos, y seguir adelante en sus propósitos, ya no hay duda, cada uno ocupará un puesto, y debe responder a la confianza en él depositada...
nadie está excento de error,
pero vale más la mesura...
y, por si fuera poco, ustedes tienen la última palabra, lo peor -hablando de la crisis- ha pasado ya,
creemos que lo que sigue, debe ser bueno, tal vez no por decreto o buenas intenciones, sino por justicia, pero sobre todo, por equidad, dejemos de lado las costumbres que han entorpecido a través de los años, que se den cambios verdaderos, hagamos de ésta, la gran oportunidad para realizar, de una vez por todas, los proyectos que nos lleven a materializar de una manera eficaz, los beneficios a los que tenemos derecho, basta ya, de pedir, nuestra lucha es de méritos, y eso la sustenta y justifica...
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