miércoles, 24 de abril de 2013

martes, 23 de abril de 2013

lucaslucatero-PERPETUO INSTILADOR


CON TEMOR Y TEMBLOR

Existe una línea muy fina, entre realidad y ficción, esa línea, se llama literatura, a la cual pertenezco y en la cual me muevo, sin otra pretensión que la de existir como un simple lector de historias.  He leído bastante sobre las expectativas que genera el cómo llevar una vida de éxitos y, puedo asegurar, movido por el respeto que merece cualquier opinión, no haber encontrado, a lo largo de todo este recorrido, un motivo que justifique tener que recomendar a otros, lo que ellos no están dispuestos a buscar por decisión propia. Dejémoslos, pues, en su vacilación, yo, en cambio, me considero un hombre afortunado que, salvo la literatura, nada poseo, pero que, gracias a ella he alcanzado un poco de imaginación…

…Nada me parece más deleznable y odioso que la literatura tratada por eruditos, vista y recomendada a través de festivales y ferias, en mi caso, yo la pondero como la esencia de la vida, que está y se manifiesta en todas partes, en cada persona y circunstancia; como esperando para aflorar y que emerge, insospechadamente casi como una magia o misterioso portento de cualidades y deseos…

…A esta literatura apelo cada que existe una oportunidad, no para discutir sobre fórmulas o métodos, no para hacer alarde sobre citas y textos, que de ello darán cuenta los que saben, a ellos –los eruditos- les compete hallar los mecanismos para volverla asequible y convertirla en un producto de consumo.  Lo que yo busco en circunstancias como hoy, es no tener que recurrir a esta especie de engaño y presentarla como manjar exquisito y uno de los mejores alimentos; ni ella lo necesita, ni yo soy el indicado para semejante labor…

…Quise, al ser invitado a este encuentro, luego de mucho pensar sobre la enorme cantidad de disertaciones que se harán a lo largo y ancho del mundo sobre este propósito, presentar –mi punto de vista- y he preferido, no ceder a la tentación –que es mucha- cuando se trata de mirar de frente a un público formado en el arte de la lectura  y ávido de experimentar con el pensamiento y la palabra, presentar  -simplemente- mi opinión…

…He pretendido quitar la paja, sacudir la escoria y presentar, y sólo tal vez –como un deseo íntimo- esta parte mía, que sin ser la mejor sirva para poner de manifiesto toda la energía que se puede generar cuando unimos el deseo…

…sobre la vertiente que yo he tomado –la de la duermevela y el sueño- NI LA PROPONGO, NI LA RECOMIENDO, como tendré especial cuidado de no hacerlo, con mis gustos y preferencias. Soy un convencido de la bondad de la literatura en cuanto a dotar, a todo aquel que se abisme en ella –del divino don de la libertad- hablar de libertad a personas que se han formado por la libertad de la palabra, es tan absurdo como pretender dar instrucciones sobre el sexo, a un adolescente, cuando hace tanto tiempo, alguno, con bastante sabiduría y buen tino, lo advirtió, a modo de exhorto: pruébenlo todo, pero quédense con lo mejor…

….En torno a “lo mejor” nada puedo advertir que suene a rigor o propicie animadversión o desventura, que entendido tenemos  que –lo mejor- con facilidad se reinterpreta o desestima, por lo cual, resulta más prudente, dejar a cada uno, la propia opinión, lo cual equivale, en cierta medida, a no buscar satisfacer un gusto, pero bien lo sabemos, en la literatura, como en otras artes u oficios, hay de todo, para todos los gustos, basta, entonces, con que cada lector joven o viejo, antiguo o moderno, mesurado o soberbio, se atreva a confrontar, con el mejor de los ánimos, esta apasionante aventura; para cada uno, hay una medida justa, la cual se revelará con tal fuerza y nitidez, que nadie dudará de la importancia y valor de los hechos; y cuando aún, en aquellos casos en que alguno se persuada de haber hallado lo que sus expectativas le dictaban, siempre habrá –otra razón- para seguir buscando…
…Si de algo sirve mi testimonio, doy cuenta, en virtud de lo hallado, que lo mejor para mí, no es LA BÚSQUEDA, SINO EL ENCUENTRO, es éste, el que me ha motivado para ir más allá, para salir del libro –por más apasionante que éste sea- para ir al encuentro de otro, causa y razón de toda literatura…es el otro –los otros- quienes dan el verdadero sentido a todo evento, sin importar el ámbito, son los demás, escritores o no, prudentes o sabios, ignorantes o soberbios, quienes justifican cualquier actividad y terminan por dar sentido a los sucesos…

…lo otro, la reunión y la organización, la charla informal o el debate profundo, son apenas una manera de proponer acuerdos sobre iniciativas, puntos de vista y directrices; para todo ello, se hace necesario, seres que se destaquen por su actividad y liderazgo; por fortuna, los tenemos entre nosotros, son buenos y son suficientes, con la calidad moral para convocar y reunir, para proponer y organizar…

…son ellos, los que nos han reunido, tomando como pretexto, esta celebración, sin ellos –por lo menos yo- que carezco de fuerza y de valor, hubiese hallado la justificación y sabido propiciar los mecanismos para realizar este encuentro.  Celebro su entrega, su vocación –desinteresada-  por la palabra, sus nobles virtudes para hacer, de este pedazo de mundo, un mejor lugar para la humana convivencia, a ellos, gracias por la invitación, a ustedes, gracias por su paciencia y a todos: PAZ Y BIEN.
Dado, en la ciudad de Salamanca, a 23 días del mes de Abril, con motivo del día mundial del libro, por, lucaslucatero-Perpetuo Instilador.

miércoles, 10 de abril de 2013

INSTILANDO-RETÓRICA


Di Roberta Marinucci
La luce sul torrente.
“Girati un po’ verso destra…ecco la testa inclinata, però cerca di non tenere la mascella rigida…”
Niente da fare: Alessia è molto bella ma non riesce proprio a lasciarsi andare.
Come tante altre modelle che ho conosciuto, si prende troppo sul serio e arriva a raffreddare ogni scatto, anche quelli che dovrebbero essere i più veri.
Già non amo fare foto in studio, quando poi la modella non collabora…ma forse è colpa mia,
sono stanco e con quest’atmosfera artificiosa mi sento soffocare.
Alla fine cedo: “Prendiamoci una pausa, esco a fumare una sigaretta”
“Ok…come vuoi” dice Alessia, ma con evidente sollievo.
Insieme alle sigarette afferro la mia Canon reflex: hanno ragione a dire che sono un po’ fissato,
quando cammino per strada mi viene spesso l’idea di fotografare le cose più disparate:
una scalinata, un cornicione, il getto di una fontana, le sbarre in un cancello.
“Saresti capace di scovare la bellezza anche in un cartello di divieto di sosta”
mi ha detto una volta il mio amico Gianni, ridendo: però non si è poi allontanato dal vero: mi piace osservare tutto da una visuale diversa, registrare sempre nuove impressioni.
Questa parte della città è piuttosto vecchia e passerei giornate intere nei suoi vicoli:
mi addentro in una piazzetta, piccoli balconi fioriti a colori vivissimi sembrano esplodere
come fuochi d’artificio sulla pietra scura.
Metto a fuoco un gioco di petunie bianche e fucsia: la visione viene disturbata da qualcuno che apre le persiane per affacciarsi.
Sposto l’obiettivo: la vedo, una polo arancio vivo e jeans scuri, capi un po’maschili che non riescono a dissimulare l’intensa femminilità di chi li indossa.
Avrà più o meno quarantacinque anni: i capelli scuri con riflessi rossi sono tenuti su da un fermaglio improvvisato; il corpo è piacevolmente pieno, i fianchi e le cosce tirano forse un po’ troppo il jeans.
Incuriosita si volta a guardarmi: un viso tondo e materno, ma che lascia affiorare un’aura di sensualità tale da farmi vacillare un attimo; spalanca gli occhi scuri con un misto di meraviglia e di divertimento…oddio, da quanto tempo non vedo un volto così vero, così disteso nella sua semplice bellezza….scatto senza pensarci, una, due, tre foto.
Mi rendo conto all’improvviso che sto facendo la figura dello stupido, così sul marciapiede con la Canon puntata in aria: l’abbasso, le chiedo semplicemente se posso fare ancora qualche scatto.
“A che cosa? “ mi chiede lei senza malizia” basta che non inquadri me…no, no, per carità, sono in uno stato pietoso!” e cerca di nascondersi con una mano all’altezza del viso, prima di eclissarsi tra le persiane.
Torno lentamente allo studio: Alessia sta masticando una barretta ipocalorica, sorseggia la sua bottiglia di acqua povera di sodio e mi dice che in un paio di minuti è pronta.
“ Fai con calma” le rispondo paziente.
*****
Siamo arrivati: anche a lei piace molto il posto, qui dove il torrente forma una piccola cascata, in questa culla fitta di vegetazione: una gradevole oasi di silenzio e trasparenze verdi.
Inizio a preparare l’attrezzatura, mentre lei passeggia e si guarda intorno, rilassata, felice, così come vorrei vederla nei miei lavori.
Sono contento di averla cercata quel giorno.
Dopo i pochi scatti rubati con la Canon reflex, ero tornato per darle le copie delle foto, e ancora di più per conoscerla.
Una mattina avevo semplicemente suonato alla sua porta, con la certezza quasi assoluta che mi avrebbe mandato a quel paese: invece lei mi aveva riconosciuto dal videocitofono, era scesa in strada scusandosi:
“Mia madre non sta bene e adesso riposa, non voglio che si agiti.”
Le avevo teso la busta con le foto e lei aveva sorriso:
“Prendiamo un caffè? C’è un bar tranquillo qui a due passi…”
Quello era stato il primo di diversi caffè, in diverse settimane: a poco a poco nella penombra tranquilla del bar la nostra amicizia aveva preso forma, le nostre storie erano state via via raccontate.
La mia, di storia, era piuttosto breve: il grande amore naufragato pochi mesi prima del matrimonio,
l’altra conosciuta per caso e sposata senza troppe illusioni: andavamo avanti così da anni, senza drammi e senza sogni.
Lei mi aveva detto di essere tornata in città da poco, per stare con sua madre che era di salute malferma, ma soprattutto per via del marito: quasi vent’anni più di lei, lo aveva sposato giovanissima, rinunciando alla carriera di modella e a tutti i suoi progetti.
“Una volta il nostro matrimonio era perfetto, lui mi adorava, mi trovava stupenda…ma negli ultimi anni ha iniziato a guardare donne sempre più giovani, quasi coetanee di nostro figlio che adesso va all’Università: ha iniziato a dire che ho qualche chilo di troppo, che le smagliature si notano, che sono diventata sciatta e che trascuro il mio guardaroba… e anche che per colpa mia la sua virilità non è più quella di un tempo. Sì, perché lui non accetta di avere superato i sessant’anni e di non avere più la potenza di un ventenne.
Ho cercato di fargli capire in tutti i modi che non mi importa, che lo amo sempre e va bene anche così, ma lui è diventato sempre più sordo e distante.
Alla fine ha trovato come amante una ventitreenne dell’Europa dell’Est, alta, slanciata come una gazzella:
me lo ha annunciato trionfante dopo l’ennesima lite, con lei sì che si sentiva un vero uomo,
con lei sì che le notti erano sfrenate ed appaganti…l’ha sistemata nel nostro appartamento al mare, con il suo pincher nano e i suoi vestiti, certo più sexy dei miei.
Lo avrei ancora perdonato, in fondo si sa che queste cose non durano e che sarebbe presto tornato da me: ma un giorno li ho visti insieme, mentre ero in centro con un’amica.
Credimi, avrei preferito provare gelosia, infuriarmi e soffrire. Invece ho provato solo tanta tristezza: lui era così patetico, con i suoi occhi adoranti e i capelli assurdamente tinti di castano; lei così volgare, fasciata in un abitino di jersey lucido da bancarella, con una collana di finto argento e gemme di vetro: una ragazzina sola arrivata qui per sfuggire alla miseria, che serra la bocca e il cuore per accettare le carezze di un uomo tanto più grande di lei, e si sforza di inventare moine sempre nuove per coprire il suo disgusto.
No, era tutto troppo brutto e misero: me ne sono andata quella sera stessa, sono tornata qui da mia madre: questo è il mio rifugio, il mio ritorno a casa; voglio stare sola per un po’ e non pensare, soprattutto agli uomini.
Più di uno ha provato ad avvicinarmi, ma davvero non me la sento adesso.”
Mi guardava come per scusarsi: l’avevo rassicurata.
“Io non voglio provarci con te: voglio solo fotografarti.
Non potrei mai usare una scusa così banale per un approccio: è solo che sei così bella…”
Il pomeriggio avanza: lei all’inizio era tesa e incerta, fissava l’obiettivo come fosse davanti a un’arma impietosa, pronta a far emergere i suoi difetti: temeva di mettere in evidenza la cellulite, il seno un po’ cadente, le piccole rughe sul collo: mi ha guardato scettica quando ho cercato di spiegarle.
Non riuscivo a farle capire che proprio le sue imperfezioni raccontano la sua storia, di donna che non si è negata all’amore e alla maternità, al gusto del cibo delle carezze dei giochi, al peso dei problemi, alla vita vissuta intera, fuori dalla prigione di specchi fasulli e di forme clonate dal bisturi.
Non è stato facile spiegare, perché le parole mi abbandonavano a ogni inquadratura, e se stavo sudando non era per via del sole; poi pian piano ha ceduto alle mie rassicurazioni, e adesso si sta mostrando in tutta la sua straordinaria, vitale bellezza.
Le immagini trapassano prepotenti la mia mente, prima ancora che i miei sofisticati obiettivi:
lei accoccolata sull’erba, sorridente leonessa pronta al balzo;
scalza, i piedi in equilibrio sulla bassa biforcazione di un tronco, dea selvatica mimetizzata tra le foglie;
nel mezzo del torrente, l’acqua a lambire i polpacci, il lembo dell’abito maliziosamente sollevato
per non bagnarlo, le spalline un po’ scese a scoprire l’attaccatura del seno;
sdraiata sulla riva, i lunghi capelli sparpagliati sui ciottoli bianchi, il corpo abbandonato alle carezze del sole che gioca tra le foglie;
inginocchiata, il volto chino sull’acqua, la mano protesa a sfiorare una foglia galleggiante.
Continuo a scattare, deciso a non perdere neppure un istante di questi momenti, quasi trattenendo il respiro per paura di rompere questo sottile incantesimo.
Il sole sta per calare, lei ha un brivido di freddo:
“E’ meglio che andiamo” dice semplicemente, raccogliendo il giacchino e le scarpe, che infila con difficoltà sul terreno sassoso.
Torniamo in città quasi senza parlare durante il tragitto: solo quando sto per lasciarla davanti al portone, si volta verso di me e all’improvviso mi bacia.
Un bacio dolce e leggero: “ Grazie “ sussurra, “grazie per quello che mi hai dato oggi:
non credevo di potermi più sentire bella, non più ormai…ma tu ci sei riuscito…sei un tesoro…”
Scende velocemente dalla macchina, ma non abbastanza: riesco ad afferrare l’immagine una lacrima che scorre sulla guancia e si tuffa nel vuoto.
*******
Era stata la sua amica Daniela a parlarle della mostra: aveva trovato un opuscolo in un negozio, e l’aveva convinta ad accompagnarla:
“ Mostra e poi un aperitivo in centro: un sabato pomeriggio diverso…non vorrai sempre stare rinchiusa in casa, no?”
Lei aveva avuto un attimo di emozione leggendo il nome sull’opuscolo, ma non si era sentita di deludere l’amica e aveva accettato.
Adesso stavano ammirando bellissimi paesaggi e scorci urbani, e Franca, assorta, non si accorse subito che Daniela si era allontanata, aveva raggiunto un’altra ala del salone che ospitava la mostra fotografica:
la vide tornare con gli occhi accesi dallo stupore, afferrarla per un braccio e quasi trascinarla verso
una parete in fondo.
“Guarda qua “ le disse, con un tono di voce piuttosto alto, che fece voltare più di un visitatore
“ Ma dico io, sono la tua migliore amica, ti porto a questa mostra e non mi dici niente???”
Si guardò intorno a continuò, però a voce più bassa:
“Quando mi avresti detto che hai fatto da modella al grande Claudio Torresi? Non lo sai?
È diventato famoso dopo che hanno pubblicato i suoi lavori su quella rivista importantissima…
Hai capito quale?
Insomma volevi farmi prendere un colpo? Comunque è davvero molto bravo: in queste foto sei splendida, una dea!” Daniela non riusciva quasi a capacitarsi di ciò che aveva davanti agli occhi.
“Non immagini quanto hai ragione: lui davvero mi ha fatto sentire una dea”
pensò Franca, guardando le immagini di quel pomeriggio al torrente: sorrise, ma ancora una volta fece fatica a trattenere una lacrima.
FINE

instilando-imágenes-lucaslucatero-UN RENCOR VIVO


LEDA
LA MÁS GRANDE
LA MEJOR...

INSTILANDO LA PALABRA-lucaslucatearo-UN RENCOR VIVO



Lucaslucatero 1975 aprendiz de grabador y copista musical, de oficio relojero –para medir el tiempo en relojes imaginarios, dueño de la rara virtud de la disertación y amante de todos los vicios.
Lucaslucatero el impúdico hijo natural de la presencia y el olvido, fue bautizado –sin su consentimiento- en un hospicio de catecúmenos.
LUCASLUCATERO representante infiel del visionario moderno
APÓSTATA por definición
NIHILISTA por adopción
PERSEGUIDO
CALUMNIADO.

Por libre elección se refugia en una soledad errante, lleno de ausencias y de olvidos, exacerbados los sentidos, muere, en el más profundo de los delirios… 

lunes, 8 de abril de 2013

instilando-APOLOGÉTICA

Benito de Nursia, SantoBenito de Nursia, SantoBenito de Nursia, SantoBenito de Nursia, SantoBenito de Nursia, Santo
Benito de Nursia, Santo
Benito de Nursia, Santo
Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental, 11 de julio
 
Benito de Nursia, Santo
Benito de Nursia, Santo

Abad, Patrón de Europa
y Patriarca del monasticismo occidental

Martirologio Romano: Fiesta de san Benito, abad, patrono principal de Europa, que, nacido en Norcia, en la región de Umbria, pero educado en Roma, abrazó luego la vida eremítica en la región de Subiaco, donde pronto se vio rodeado de muchos discípulos. Pasado un tiempo, se trasladó a Casino, donde fundó el célebre monasterio y escribió una Regla, que se propagó de tal modo por todas partes que por ella ha merecido ser llamado «Patriarca de los monjes de Occidente». Murió, según la tradición, el veintiuno de marzo. ( 547)

Patronazgo: Patrón de Occidente, de Europa, de los maestros y los escolares, de los caldereros, mineros, espeólogos, de los moribundos, contra la fiebre, las inflamaciones, envenenamientos, los cólicos y contra la hechicería.

Iconograffía: Se lo presenta como abad, con hábito benedictino, con vaso (con serpiente), cuervo, el libro de la regla.
Benito de Nursia, conocido como San Benito, nació en (Nursia, cerca de la ciudad italiana de Spoleto, 480 – Montecasino, 547), fundó la orden de los benedictinos y es considerado patrón de Europa y patriarca del monaquismo occidental. Benito escribió una Regla para sus monjes que fue llamada "La Santa Regla" y que ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.

Su hermana gemela, Escolástica, también alcanzó la santidad.

Después de haber recibido en Roma una adecuada formación, estudiando la retórica y la filosofía.

Se retiró de la ciudad a Enfide (la actual Affile), para dedicarse al estudio y practicar una vida de rigurosa disciplina ascética. No satisfecho de esa relativa soledad, a los 20 años se fue al monte Subiaco bajo la guía de un ermitaño y viviendo en una cueva.

Tres años después se fue con los monjes de Vicovaro. No duró allí mucho ya que lo eligieron prior pero después trataron de envenenarlo por la disciplina que les exigía.

Con un grupo de jóvenes, entre ellos Plácido y Mauro, fundo su primer monasterio en en la montaña de Cassino en 529 y escribió la Regla, cuya difusión le valió el título de patriarca del monaquismo occidental. Fundó numerosos monasterios, centros de formación y cultura capaces de propagar la fe en tiempos de crisis.

Vida de oración disciplina y trabajo

Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas rezando y meditando. Hacia también horas de trabajo manual, imitando a Jesucristo. Veía el trabajo como algo honroso. Su dieta era vegetariana y ayunaba diariamente, sin comer nada hasta la tarde. Recibía a muchos para dirección espiritual. Algunas veces acudía a los pueblos con sus monjes a predicar. Era famoso por su trato amable con todos.

Su gran amor y su fuerza fueron la Santa Cruz con la que hizo muchos milagros. Fue un poderoso exorcista. Este don para someter a los espíritus malignos lo ejerció utilizando como sacramental la famosa Cruz de San Benito.

San Benito predijo el día de su propia muerte, que ocurrió el 21 de marzo del 547, pocos días después de la muerte de su hermana, santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII muchos lugares comenzaron a celebrar su fiesta el 11 de julio.

La medalla de San Benito

La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, su poder está no en si misma sino en Cristo quien lo otorga a la Iglesia y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.

Descripción de la medalla:


Medalla 
de San BenitoEn el frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Reglas en la otra mano, con la oración: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia". (Oración de la Buena Muerte).

El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:

C.S.P.B.: "Santa Cruz del Padre Benito"
C.S.S.M.L. : "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz)
N.D.S.M.D.: "y que el Dragón no sea mi guía." (crucero horizontal)

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
V.R.S. : "Abajo contigo Satanás"
N.S.M.V. : "para de atraerme con tus mentiras"
S.M.Q.L. : "Venenosa es tu carnada"
I.V.B. : "Trágatela tu mismo".
PAX : "Paz"

ORACIÓN PARA PEDIR SU PROTECCIÓN

Santísimo confesor del Señor;
Padre y jefe de los monjes,
interceded por nuestra santidad,
por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.

Destierra de nuestra vida,
de nuestra casa,
las asechanzas del maligno espíritu.
Líbranos de funestas herejías,
de malas lenguas y hechicerías.

Pídele al Señor,
remedie nuestras necesidades
espirituales y corporales.
Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica;
y porque mi alma no muera en pecado mortal,
para que así confiado en Tu poderosa intercesión,
pueda algún día en el cielo,
cantar las eternas alabanzas.
Amén.

Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas.

Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

INSTILANDO SEMIÓTICA

domingo, 7 de abril de 2013

instilando-SEMIÓTICA

Socchiudo gli occhi e riconosco il mio mondo. Poi dedico una preghiera a tutte le persone che a un certo punto si sono allontanate da me. Le persone con cui avrei potuto avere un rapporto diverso, e con le quali, invece, per qualche ragione non è andata bene. In questo mondo, a causa delle circostanze in cui li ho incontrati, tra me e loro le cose non hanno funzionato in nessun modo. Ma sento, ne sono certa, che da qualche parte, in un mondo profondo e lontano, su una bellissima riva, ci sorridiamo, ci offriamo gentilezza, e trascorriamo insieme momenti felici.

Paula López O-chilena-instilando la palabra

martes, 2 de abril de 2013

ilenia speranza-instilando imágenes

INSTILANDO AUTISMO-lucaslucatero-UN RENCOR VIVO

lucaslucatero, 
instilador de autismo

hoy amanecí ulema- del texto:

yo sólo escribo 
lo que ven 
mis ojos

candil de tu calle
               lumbrera
               sol poniente
               incandescencia
               aurora boreal
                    sinapsis


           LUNA CÓRNEA

CADA VEZ ME INTERESA MENOS LA TRAMA
LA TRAMA ES UNA DICTADURA
-PERFECTA-

yo sueño a -algún día-
hacer un buen texto sobre los
DELATORES
Y OTRO
SOBRE LOS INQUISIDORES