martes, 23 de abril de 2013

lucaslucatero-PERPETUO INSTILADOR


CON TEMOR Y TEMBLOR

Existe una línea muy fina, entre realidad y ficción, esa línea, se llama literatura, a la cual pertenezco y en la cual me muevo, sin otra pretensión que la de existir como un simple lector de historias.  He leído bastante sobre las expectativas que genera el cómo llevar una vida de éxitos y, puedo asegurar, movido por el respeto que merece cualquier opinión, no haber encontrado, a lo largo de todo este recorrido, un motivo que justifique tener que recomendar a otros, lo que ellos no están dispuestos a buscar por decisión propia. Dejémoslos, pues, en su vacilación, yo, en cambio, me considero un hombre afortunado que, salvo la literatura, nada poseo, pero que, gracias a ella he alcanzado un poco de imaginación…

…Nada me parece más deleznable y odioso que la literatura tratada por eruditos, vista y recomendada a través de festivales y ferias, en mi caso, yo la pondero como la esencia de la vida, que está y se manifiesta en todas partes, en cada persona y circunstancia; como esperando para aflorar y que emerge, insospechadamente casi como una magia o misterioso portento de cualidades y deseos…

…A esta literatura apelo cada que existe una oportunidad, no para discutir sobre fórmulas o métodos, no para hacer alarde sobre citas y textos, que de ello darán cuenta los que saben, a ellos –los eruditos- les compete hallar los mecanismos para volverla asequible y convertirla en un producto de consumo.  Lo que yo busco en circunstancias como hoy, es no tener que recurrir a esta especie de engaño y presentarla como manjar exquisito y uno de los mejores alimentos; ni ella lo necesita, ni yo soy el indicado para semejante labor…

…Quise, al ser invitado a este encuentro, luego de mucho pensar sobre la enorme cantidad de disertaciones que se harán a lo largo y ancho del mundo sobre este propósito, presentar –mi punto de vista- y he preferido, no ceder a la tentación –que es mucha- cuando se trata de mirar de frente a un público formado en el arte de la lectura  y ávido de experimentar con el pensamiento y la palabra, presentar  -simplemente- mi opinión…

…He pretendido quitar la paja, sacudir la escoria y presentar, y sólo tal vez –como un deseo íntimo- esta parte mía, que sin ser la mejor sirva para poner de manifiesto toda la energía que se puede generar cuando unimos el deseo…

…sobre la vertiente que yo he tomado –la de la duermevela y el sueño- NI LA PROPONGO, NI LA RECOMIENDO, como tendré especial cuidado de no hacerlo, con mis gustos y preferencias. Soy un convencido de la bondad de la literatura en cuanto a dotar, a todo aquel que se abisme en ella –del divino don de la libertad- hablar de libertad a personas que se han formado por la libertad de la palabra, es tan absurdo como pretender dar instrucciones sobre el sexo, a un adolescente, cuando hace tanto tiempo, alguno, con bastante sabiduría y buen tino, lo advirtió, a modo de exhorto: pruébenlo todo, pero quédense con lo mejor…

….En torno a “lo mejor” nada puedo advertir que suene a rigor o propicie animadversión o desventura, que entendido tenemos  que –lo mejor- con facilidad se reinterpreta o desestima, por lo cual, resulta más prudente, dejar a cada uno, la propia opinión, lo cual equivale, en cierta medida, a no buscar satisfacer un gusto, pero bien lo sabemos, en la literatura, como en otras artes u oficios, hay de todo, para todos los gustos, basta, entonces, con que cada lector joven o viejo, antiguo o moderno, mesurado o soberbio, se atreva a confrontar, con el mejor de los ánimos, esta apasionante aventura; para cada uno, hay una medida justa, la cual se revelará con tal fuerza y nitidez, que nadie dudará de la importancia y valor de los hechos; y cuando aún, en aquellos casos en que alguno se persuada de haber hallado lo que sus expectativas le dictaban, siempre habrá –otra razón- para seguir buscando…
…Si de algo sirve mi testimonio, doy cuenta, en virtud de lo hallado, que lo mejor para mí, no es LA BÚSQUEDA, SINO EL ENCUENTRO, es éste, el que me ha motivado para ir más allá, para salir del libro –por más apasionante que éste sea- para ir al encuentro de otro, causa y razón de toda literatura…es el otro –los otros- quienes dan el verdadero sentido a todo evento, sin importar el ámbito, son los demás, escritores o no, prudentes o sabios, ignorantes o soberbios, quienes justifican cualquier actividad y terminan por dar sentido a los sucesos…

…lo otro, la reunión y la organización, la charla informal o el debate profundo, son apenas una manera de proponer acuerdos sobre iniciativas, puntos de vista y directrices; para todo ello, se hace necesario, seres que se destaquen por su actividad y liderazgo; por fortuna, los tenemos entre nosotros, son buenos y son suficientes, con la calidad moral para convocar y reunir, para proponer y organizar…

…son ellos, los que nos han reunido, tomando como pretexto, esta celebración, sin ellos –por lo menos yo- que carezco de fuerza y de valor, hubiese hallado la justificación y sabido propiciar los mecanismos para realizar este encuentro.  Celebro su entrega, su vocación –desinteresada-  por la palabra, sus nobles virtudes para hacer, de este pedazo de mundo, un mejor lugar para la humana convivencia, a ellos, gracias por la invitación, a ustedes, gracias por su paciencia y a todos: PAZ Y BIEN.
Dado, en la ciudad de Salamanca, a 23 días del mes de Abril, con motivo del día mundial del libro, por, lucaslucatero-Perpetuo Instilador.

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