adoro la sorpresa el embeleso, la duda
me crece el insomnio de la desesperación y me aterra atravesar solo, descalzo, el pequeño jardín de la casa que habitaba la abuela, allá, en Medellín...
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me crece el insomnio de la desesperación y me aterra atravesar solo, descalzo, el pequeño jardín de la casa que habitaba la abuela, allá, en Medellín...
lucaslucatero30 de noviembre de 2012 19:32