Reloj de Arena
Fracción humana !Salve!
yo te saludo abriendo los ojos
en mi delicada intención
de hacer justicia.
En medio del sordo clamor humano
-¿Quién de nosotros no ha soñado?
Conocemos la entraña de las ataduras
gozamos con la plegaria y la canción popular.
con la palabra de un soneto
o con los talleres del olvido.
Desde el hombre común
hasta las tentaciones del misticismo,
todo se nos resbala por la piel
--cuando ésta, carece de escamas--
Caminamos con pies de cautela,
sedientos de amor,
seducidos por el vómito lunar
de ingrávidas doncellas,
haciendo de la realidad una exigencia:
CONVERTIR LA VIDA EN OBRA PÓSTUMA.
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