martes, 3 de julio de 2012
lucas lucatero.
Al perder de nuevo las elecciones contra un poder minado por sus divisiones internas y por la impopularidad de su política económica , la izquierda no ha perdido tan sólo una batalla. es de temer que se haya desvanecido por un largo periodo una inmensa esperanza. Es preciso reconstruir una gran fuerza popular. Sería dramático pretender disimular la amplitud de la derrota y los problemas que plantea extrapolando las cifras de un equilibrio electoral que se está revelando bien frágil. Hay que empezar a preguntarse si en los últimos meses de la izquierda la izquierda no ha puesto de manifiesto sus debilidades políticas y sus contradicciones internas: la división nunca totalmente superada entre los partidos, el desfase del lenguaje. fragmento
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